El Mapa Mental
es una técnica gráfica que permite la organización y la manera de
representar la información en forma fácil, espontánea y creativa para
que sea asimilada y recordada por el cerebro. Así mismo, este método
permite que las ideas generen otras ideas, ver cómo se conectan, se
relacionan y se expanden libres de exigencias de cualquier forma de
organización lineal. Es una expresión del pensamiento irradiante y una
función natural de la mente.
Esta metodología ofrece los
medios para acceder al mayor potencial del cerebro, por lo que puede ser
aplicada a todos los aspectos de la vida, ya que una mejoría en el
aprendizaje y una mayor claridad de pensamientos refuerzan el trabajo
del hombre.
El mapa mental tiene cuatro características esenciales, a saber:
- El asunto o motivo de atención, se cristaliza en una imagen central.
- Los principales temas de asunto irradian de la imagen central en forma ramificada.
- Las ramas comprenden una imagen o una palabra clave impresa sobre una línea asociada. Los puntos de menor importancia también están representados como ramas adheridas a las ramas de nivel superior.
- Las ramas forman una estructura nodal conectada.
Aunado
a estas características, los mapas mentales se pueden mejorar y
enriquecer con colores, imágenes, códigos y dimensiones que les añadan
interés, belleza e individualidad, fomentándose la creatividad, la
memoria y la evocación de la información.
Cuando una
persona trabaja con mapas mentales, puede relajarse y dejar que sus
pensamientos surjan espontáneamente, utilizando cualquier herramienta
que le permita recordar sin tener que limitarlos a las técnicas de
estructuras lineales, monótonas y aburridas.
Para la elaboración de un mapa mental se deben definir una o varias Ideas Ordenadoras Básicas
(IOB), que son conceptos claves (palabras, imágenes o ambas) de donde
es posible partir para organizar otros conceptos, en este sentido, un
mapa mental tendrá tantas IOB como requiera el “cartógrafo mental”.
Una vez que se han determinado las IOB se requiere considerar otros aspectos:
- Organización: El material debe estar organizado en forma deliberada y la información relacionada con su tópico de origen (partiendo de la idea principal, se conectan nuevas ideas hasta completar la información).
- Agrupamiento: Luego de tener un centro definido, un mapa mental se debe agrupar y expandir a través de la formación de sub-centros que partan de él y así sucesivamente.
- Imaginación: Las imágenes visuales son más recordadas que las palabras, por este motivo el centro debe ser una imagen visual fuerte para que todo lo que está en el mapa mental se pueda asociar con él.
- Palabras clave: Las notas con palabras claves son más efectivas que las oraciones o frases, siendo más fácil para el cerebro, recordar éstas que un grupo de palabras, frases u oraciones de “caletre”.
- Colores: Se recomienda colorear las líneas, símbolos e imágenes, debido a que es más fácil recordarlas que si se hacen en blanco y negro. Mientras más color se use, más se estimulará la memoria, la creatividad, la motivación y el entendimiento e inclusive, se le puede dar un efecto de profundidad al mapa mental.
- Símbolos: Cualquier clase de símbolo que se utilice es válido y pueden ser usados para relacionar y conectar conceptos que aparecen en las diferentes partes del mapa, de igual manera sirven para indicar el orden de importancia además de estimular la creatividad.
- Involucrar la conciencia: La participación debe ser activa y consciente. Si los mapas mentales se convierten en divertidos y espontáneos, permiten llamar la atención, motivando el interés, la creatividad, la originalidad y ayudan a la memoria.
- Asociación: Todos los aspectos que se trabajan en el mapa deben ir asociados entre sí, partiendo desde el centro del mismo, permitiendo que las ideas sean recordadas simultáneamente.
- Resaltado: Cada centro debe ser único, mientras más se destaque o resalte la información, ésta se recordará más rápido y fácilmente.
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